“Queremos que hagáis algo que no
hayáis visto en las revistas, que os inventéis un mundo nuevo, que exploréis
todas las posibilidades. Sed buenos, sed valientes, sed frescos.. Y ¡haceros
famosos!”
- Fernando y Humberto Campana
Esta es una de las frases que los hermanos Campana usaron
hace unos años en el inicio de uno de sus Workshops en Domaine de Boisbuchet.
Cuando oímos la palabra Vitra y estamos dentro de un entorno
de diseño nos vienen a la cabeza rápidamente una colección de sillas conocidas
como contemporáneas, un museo situado en Berlín o el propio campus de Vitra.
Lo que en los años 80 comenzó siendo una modesta
recopilación hecha por Rolf Fehlbaum y Alexander von Vegesack, en 1989 ya tenia
mas de 1000 muebles.
Pero no somos conscientes de que uno de sus fundadores,
Alexander von Vegesack después de recopilar gran parte de lo que seria la
colección Vitra se hizo con un terreno en el que se desarrollaría el estudio y
la difusión del diseño y la arquitectura. Grácias a la colaboración de CIRECA,
el Centro Georges Pompidou
(Colección sillas Vitra)
(Museo de Vitra en Weil am Rhein, Alemania)
Para fomentar el diseño entre estudiantes Alexander von
Vegesack se hizo en 1986 con Domaine de Boisbuchet. Éste se menciona por
primera vez en documentos del siglo XVI, como la finca mas grande de la zona.
Fue propiedad de los Condes de Camus, hasta que en 1986, año en el que
Alexander se hace con el terreno situado en Lessac, Francia.
(Exposiciones temporales que se hacen dentro del Château)
Domaine de Boisbuchet es un entorno idílico e inspirador en
el que se pretende estimular la creatividad. Los cursos se dan con el objetivos
de fomentar un pensamiento creativo. Dentro de la parcela se encuentran
kilómetros de naturaleza en los que desconectar a la vez que aparecen elementos
que arquitectos han construido ahí en alguna de sus estancias.
Al igual que las exposiciones que cada verano se imparten en
el Château, las cuales exponen elementos de la propia colección de Vitra, junto
con elementos creados en los Workshops por los propios alumnos.
Esta es la combinación que ha atraído a diseñadores de todo
el mundo a impartir Workshops, o incluso participar en ellos, ya que hay una
perfecta combinación de estos mientras se están impartiendo. Entre los
diseñadores o estudios de diseño podemos encontrar a Sigga Heimis, Ricardo
Salas, CuldeSac, los hermanos Campana, entre muchos.
(Max Lamb, Ricardo Salas, Sigga Heimis, Elisabeth de Seneville, Byung Hong Choi, Doshi Levlen, Kengo Kuma, Estudio Campana, Culdesac, Paul Haight y Nacho Carbonell)
“No hay limite entre las disciplinas. Todo está unido:
arquitectura, diseño, música, moda.. Y seguramente el diseño es mas legible
para todo el mundo”
-
Humberto Campana
El funcionamiento de los 6 días de curso va de tal manera
que la relajación, las relaciones con la gente, la naturaleza y el diseño hacen
que los resultados finales tengan la esencia del lugar. Se juega en todo
momento con los elementos que la naturaleza ofrece y se integra en la
naturaleza. Las relaciones que se establecen tanto con profesores /
diseñadores, alumnos e los propios trabajadores del recinto como si de una gran
familia se tratara. No hay barreras de ningún tipo, por lo que los
conocimientos se transmiten de manera muy amena.
(Resultado de Workshop del verano 2010)
Podríamos considerar entonces Domaine de Boisbuchet como una
‘casa de convivencias’ como a las que un niño suele ir con el colegio cuando es
pequeño. Aunque en este caso en vez de hacer actividades didácticas
relacionadas con las materias del colegio, todo se relaciona con el diseño y la
arquitectura.
Tal cómo dice H. Campana, todas las disciplinas están
unidas, y este es exactamente el objetivo del campus creado. Cuando se plantea
un proyecto de diseño industrial, por ejemplo, en una universidad,
evidentemente se tienen presente las otras disciplinas del diseño para poder
hacer bien el análisis de éste.
Pero este lugar es un taller en el que no se limita prácticamente nada.
Tal como ponía en el propio taller del lugar “Santa Claus Factory” hace
referencia a que es un lugar dónde todo es posible.
Si comparamos esto con el plan actual de estudio que hay en
las escuelas de diseño, las limitaciones son varias. Claro está que en una
escuela o universidad el objetivo principal es el de formar a los estudiantes y
que estos tengan luego una base para poder mas adelante arrancar su futuro
profesional. Pero deberían poder también sentirse como en un ”taller de santa
claus” y poder crear todo aquello que deseen disfrutando del diseño y dejándose llevar.
(Cartel taller Domaine de Boisbuchet) (Estudiantes y diseñadores reunidos en Boisbuchet)
“ We work abaout design, questions about design and global
issues . We meet, we talk and we make friends for life”
-
Sigga Heimis
Dicho por una de las diseñadoras de Ikea, se trata de un
espacio totalmente diferente al que reconocemos por universidad. No existe una
jerarquía tan marcada como la que se nos presenta en un aula en la que
escuchamos a alguien situado en la palestra.
Los productos que salen de Boisbuchet son fruto de una
inspiración que difícilmente se puede encontrar en otro lugar. Y esa belleza
natural que sale de todos los productos, seguramente confeccionados en una sola
semana, pueden derivar a objetos de diseño realmente buenos. Recuerdo una lámpara
confeccionada por un estudiante de diseño industrial de Savanah, Florida que
hizo una lámpara colgante que se movía como si de un móvil se tratase. En una
semana un diseño como ese quedo espectacular sólo construido con cañas y
algunas bombillas alógenas. A día de hoy esta lámpara que podía medir unos 4
metros se esta creando con buenos materiales y promete quedar realmente bien.
La creatividad es un elemento que aunque en opinión de
muchos es innata se desarrolla de formas diferente según el entorno. Una
persona con imaginación, ingenio o creatividad, como se le quiere decir, podrás
desarrollar su capacidad de hacer algo nuevo siempre que su entorno le ayude.
Crear ante presión es posible, evidentemente. Todo proyecto tiene un timing que
hay que seguir y un calendario que cumplir, pero eso no significa que el
resultado que queda expuesto sea el deseado según nuestro criterio aunque el
cliente haya quedado satisfecho. Con esto quiero decir que desarrollamos
nuestra “creatividad” siempre que es necesario, ya sea para un proyecto de la
universidad, para un proyecto real para un cliente o para resolver alguna
cuestión que lo requiera, pero siempre estaremos trabajando de la mano de
pautas y limites que se nos impondran. De vez en cuando deberíamos tener la
oportunidad de vivir en un “taller de santa claus” para así dejar volar nuestra
imaginación y encontrarnos en un ambiente en el que la creatividad volase tal
como lo hace en Boisbuchet. Como
decían los hermanos Campana
“ sed buenos, sed valientes y sed frescos!”
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